Nada que temer cuando el filo no te busca, es sólo un instrumento que sube y baja o entra y sale o brilla y se opaca.
Quita de en medio o de inmediato o mediáticamente o medicinalmente.
Modelos, tamaños, formas complexiones.
Miradas punzantes, labios que cortan, caricias que matan, palabras que se clavan... y él.
Al filo de la navaja, cortando camino, corazón partido, actitudes castrantes... y él.
Ni hablar mujer..., en casa del herrero..., lana sube... y él.
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