Iban y venían, tan como siempre y a veces cuando no se puede descansar,
dos vueltas... cinco y una cada... de nuevo otra.
La idea, la imagen, la premura, el deseo, el enojo, la desesperación, el cansancio (...), (...), dormitar, R.E.M.,
Voltear de súbito la tenue luz y él te mira fijamente... sólo dice que "Miau" y se vuelve a voltear.
No sabes si hiciste bien, si hiciste mal, si no te has ejercitado suficiente, si te duele la muñeca, o los ojos, piensas en ella, sonríes, recuerdas que debes dormir...
Semana y media y tu cuerpo está en otro ciclo, abrir la TV, prender un libro, reiniciar la estufa (un té), encender la máquina (un té?)... no llegó, no llega.
Lo vuelves a ver, de nuevo te está viendo, ¿se podrá reír de tí?, no, no se ríe, ellos nunca ríen.
Abre su hocico de nuevo y esperas que diga algo interesante... (¿de verdad esperas que hable?) Bosteza, no dice "Miau"... él sí puede dormir.
¿por qué será que a los buenos escritores siempre tienen en su blog 0 comentarios?
ResponderEliminar¿por eso pensaste que diría algo interesante que no fuera miau?
pues sabes : "miarramiau" aulló despues de sentir la deliciosa sensación de pisar la cola de un gato negro. Venganza. Y ELLA vino